El famoso Punto G debe su nombre a quien lo descubrió a principios de la década de los 50, el ginecólogo alemán Ernst Grafenberg. Pero su hallazgo cayó en el olvido hasta que tres investigadores estadounidenses re-descubrieron esta zona vaginal, Beverly Whipple, Alice Khan Ladas y Jhon D. Perry, quienes en 1982 publican un libro llamado “The G Spot and Other Recent Discoveries About Human Sexuality”, sin imaginar la polémica que iba a generar. En este libro ellos describen qué es el punto G.
Primero, no es un punto, es una zona eréctil de unos 25-30 milímetros de diámetro. Se encuentra bajo el hueso púbico, en la pared anterior de la vagina, a unos 3-5 centímetros de su apertura. Es un tejido esponjoso, húmedo y rugoso, el cual al excitarnos aumenta de tamaño y pasa a ser como una bolsa hinchada esponjosa. Cuando ejercemos presión en esta zona estimulamos la esponja uretral, que tiene numerosas terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos que al ser estimulados causa placer, por eso se asocia el punto G al punto de mayor excitación.
¿Cómo encontrar el punto G?
Lo primero que deben saber cuando quieran intentar buscar su punto G es que estén excitadas, porque es justamente la excitación lo que hace que sobresalga como un tejido rugoso y así podemos notarlo. Un par de claves son:
Se recomienda primero buscarlo con los dedos antes de intentar con un objeto o con el pene de nuestra pareja.
Imagina que tienes un reloj al interior de tu vagina y que las 12 se dan en dirección a tu ombligo. El punto G estará entre las 11 y la 1. Todos tenemos cuerpos distintos, por lo que algunos estarán más hacia las 11, otros hacia la 1 y otros al medio.
Si quieres encontrarlo junto a tu pareja, primero que todo ¡pídele que sus uñas estén limpias y cortas! Al introducir sus dedos el movimiento que tiene que intentar hacer es como cuando le decimos a alguien que venga a la distancia.
El último consejo es que no se obsesionen con el tema, si no lo encuentran a la primera, sigan probando, toménselo como un juego y un momento de auto-descubrimiento. La idea es que sea placentero, no algo que les genere frustración, porque así entramos en un círculo vicioso y probablemente sea más difícil encontrarlo.
¿Y el hombre tiene punto G?
¡Si! pero se llama punto P porque se ubica en la próstata (la que produce el líquido seminal), y se localiza haciendo el mismo ejercicio que en el caso de las mujeres accediendo desde el ano. Acá también es importante que estén excitados y ayudarse con lubricante.